3 maneras en que la tecnología de Carbyne está transformando los protocolos de emergencia en los entornos educativos

Ciudad de México, 23 de agosto de 2022.- Uno de los sectores que más se transformaron con la pandemia fue la educación. El confinamiento llevó a unos 36 millones de estudiantes del país a tomar sus clases en línea; posteriormente, la vuelta paulatina a las aulas marcó el ritmo de la nueva normalidad, al tiempo que los calendarios escolares, planes de estudio y modelos se volvieron más tecnológicos, lo cual también trajo consigo nuevos retos.

De hecho, el uso de herramientas tecnológicas para la enseñanza en México pasó de un 39% a 93% durante la emergencia sanitaria, reveló el “VI Estudio Global sobre el uso de tecnología en la educación”, de BlinkLearning. Otros indicadores remarcan cómo en este contexto de adopción tecnológica y transformación digital se encuentran desafíos clave, como la seguridad, integridad, salud física y mental de los estudiantes.

“El uso de la tecnología en la educación es una tendencia importante que sin duda seguirá a medida que las escuelas públicas del país retornen del periodo vacacional y registren un regreso total a las aulas, lo cual, como vemos, abre desafíos como el contar con los protocolos de emergencia adecuados, que aseguren un aprendizaje sano y pleno de los estudiantes”, explica Diego Rocha-Hernandez, Director de Desarrollo de Negocios de Carbyne, plataforma líder en soluciones inteligentes para la gestión de llamadas de emergencia en tiempo real.

Con esto en mente, el experto comparte 3 maneras en que la tecnología está transformando los protocolos de emergencia en los entornos educativos:

1.- Del bullying presencial al ciberacoso

El acoso escolar o bullying se ha posicionado como una de las principales problemáticas para las nuevas generaciones. Y es que la violencia en el entorno escolar atenta contra los derechos de los niños, los adolescentes, la salud y el bienestar. De acuerdo con los datos oficiales, actualmente 7 de cada 10 niños en el país padecen todos los días algún tipo de acoso tanto presencial como digital; esto a través de redes sociales, mensajes y mails. 

Ante ello, el uso de herramientas como el 9-1-1 está impulsando una convivencia óptima en las escuelas, a través de nuevas tecnologías que el servicio ha incorporado a sus operaciones en 27 estados del país de la mano de la plataforma Carbyne SaaS (Software as a Service, por sus siglas en inglés). Así, los jóvenes y el personal en las zonas escolares tienen en el 9-1-1 una alternativa, al convertir una simple llamada en una videollamada, con geolocalización en tiempo real y la posibilidad de abrir un chat silencioso.

2.- La “otra” pandemia escolar

Si bien entre los efectos de la emergencia sanitaria se encuentran las afectaciones a la salud mental, entre los estudiantes éstas se dispararon, provocando “otra” pandemia. De acuerdo con una encuesta de la Unicef, el 32% de niños y adolescentes presentaron síntomas severos de ansiedad, mientras que el 25% de depresión.

Aquí, tecnologías como el 9-1-1 cuentan con líneas de atención para crisis psicológicas con personal calificado y protocolos homologados, donde los operadores son capacitados y evaluados con programas desarrollados por la Facultad de Psicología de la UNAM. 

3.- Atención con perspectiva de género

Las escuelas son centros estratégicos donde se pueden presentar (y por lo mismo advertir) actos de violencia de género, ya que se trata de espacios donde algunas prácticas cotidianas entre los estudiantes pueden reforzar estereotipos de desigualdad de géneros. Los estudios al respecto revelan cómo antes de la pandemia, más del 25% de las mujeres habían sufrido violencia en el ámbito escolar, tanto física como psicológica.

En este panorama, el 9-1-1, en coordinación con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) ha incorporado protocolos para la atención especializada para las víctimas de violencia de género, abriendo un canal de atención en el que sólo basta que las estudiantes hagan uso de sus dispositivos como smartphones o teléfonos para acceder a esta atención.

“Como vemos, la tecnología está transformando los protocolos de emergencia en los entornos educativos del país, con un especial énfasis en las soluciones adoptadas e incorporadas a servicios públicos como el del 9-1-1, donde un uso responsable es crucial. Después de todo, la educación es uno de los pilares en lo que las comunidades cimentan la construcción de mejores escenarios de convivencia y desarrollo, los cuales, afortunadamente, ahora cuentan con el empoderamiento que permite la tecnología”, concluye Rocha-Hernandez de Carbyne.